La legisladora, Mariela Ferreyra del partido Unión por la Patria, afirmó que el objetivo de este proyecto es contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población que tiene esta condición, promoviendo la inclusión como ciudadanos de pleno derecho.
Por esta razón la legisladora especificó que mayormente las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción social, y conductas o intereses restrictivos o repetitivos. Podrían tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención. Llegando a ser, en algunos casos, sumamente dificultoso el desenvolvimiento en la vida cotidiana.
Comentó que en la Argentina no hay estadísticas certeras de cuántas personas padecen TEA. Para mensurar la cantidad de casos en el país, se extrapolan las estadísticas internacionales que refieren una prevalencia mundial del 1,2%, por eso se estima que en la Argentina más de 500 mil personas presentan algún grado de TEA, con mayor predominio en varones sobre mujeres.
“En promedio, transcurren 2 años entre las primeras consultas y preocupaciones de los padres y el diagnóstico médico de autismo. Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar con el tiempo. Aunque algunas personas con autismo pueden vivir de manera independiente, hay otras con discapacidades graves que necesitan constante atención y apoyo durante toda su vida”, detalló Ferreyra.
“Las personas con autismo en general, y los niños y adultos mayores con autismo en particular, padecen situaciones de mucho estrés ante cambios en su rutina o lugares con mucho ruido, personas y estímulos, como serían: shopping, galerías, supermercados, parques, entre otros. Y ni que hablar en épocas o fechas que implican mayor concurrencia de personas como ser en las fiestas de fin de año o el día del niño por ejemplo”, resaltó.
Reiteró que el proyecto, tiene como finalidad la implementación de los denominados “Espacios Seguros o Espacios Amigables” y se busca facilitar las herramientas necesarias que les permitan a las personas autistas poder enfrentar el mundo de una manera más amable. Así, pensar en el autismo y en las personas autistas nos invita a mirar con más generosidad nuestros espacios y nos invita a convertirlos en espacios también seguros para ellos.
“Los rincones sensoriales -también llamados “Rincones Azules” o “Espacios Seguros”- se tratan de, como su nombre lo indica, lugares seguros y estimulantes que brindan a las personas con TEA o a quienes lo necesiten estimulaciones sensoriales suaves y diversificadas para que quienes ingresen al mismo puedan tranquilizarse y evitar o atenuar las crisis, ataques de pánico o ataques de ansiedad ante los numerosos estímulos que poseen ciertos eventos”.
“Otro ejemplo lo encontramos en los cines y teatro con la creación de “Funciones distendidas para una cultura con inclusión”. Así, los cines, y teatros que deseen adherirse ofrecerán por lo menos una vez al mes funciones distendidas adaptando los espacios para personas con discapacidad, es decir: bajo sonido escénico, evitar destellos, choque de luces; estruendos; bocinas; sirenas; libertad de circulación y movimiento por los pasillos durante la función; ingreso anticipado a la sala para su reconocimiento, etc”.
Por esa razón, pidió que Jujuy garantice el derecho a una protección integral de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), y otros trastornos o condiciones generalizadas del desarrollo y el Ejecutivo Provincial, como autoridad de aplicación, en establecimientos del sector público y de índole privada en toda la provincia de Jujuy, deberán contar con un “espacio o ambiente amigable” especialmente acondicionado para aquellas las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), y otros trastornos o condiciones generalizadas del desarrollo.